La conclusión del autor era tan simple como lógica: si todas las historias inauditas y sucesos milagrosos presentados aquí son ciertos, entonces la Inmaculada Concepción debería ser reconocida sin duda como fidedigna.

Esta compilación de historias en parte fabulosas, en parte extrañas, ofrece una visión única de la mentalidad y creencias de la época: aves que crecen en árboles, agua que una doncella puede llevar en un colador; así como mitos más conocidos, como él del fénix que renace de sus cenizas. También encontramos a Circe, capaz de convertir a los hombres en animales; o al león que da vida a sus cachorros mediante un rugido.

Esta presentación de pruebas en forma de imágenes y textos responde a una lógica muy particular: si supuestamente los dioses de la Antigüedad pagana ya realizaron milagros, cuánto más creíbles serán por lo tanto los milagros del mundo cristiano.

En cuanto a su estilo, los impresionantes interiores y los cuadros de ambiente de corte paisajístico, así como el refrescante colorido, resultan tan característicos como su amor al detalle, que exige del espectador una contemplación paciente y sosegada. Resulta asombroso su capacidad de ilustrar lo inimaginable.