El Apocalipsis servía de libro de consuelo y advertencia, y justamente por este motivo fue tan popular a lo largo de toda la Edad Media, ofreciendo apoyo y esperanza a la gente en tiempos agitados.

El Apocalipsis simboliza el misterio divino y todo lo representado en el texto se transforma en el momento de la apertura de los sellos, en imágenes visionarias que narran el fin del viejo mundo y el comienzo del nuevo. El contenido particular del Apocalipsis, lleno de imágenes como ningún otro texto, llevó a los artistas a tratarlo de forma muy especial, generando una gran cantidad de picture books, cuyas miniaturas no eran meras ilustraciones. Uno de los ejemplos más extraordinarios de estos libros de ilustraciones es el Apocalipsis de Berry.

Ya el conocido historiador de arte estadounidense Millard Meiss constató que este ejemplar del Apocalipsis de la Morgan Library se trata de “uno de los manuscritos más impresionantes de la colección del duque de Berry”. Este ciclo de pinturas inspirado por la Revelación secreta de San Juan, guardado hoy en la Morgan Library en Nueva York bajo la signatura MS M.133, representa uno de los manuscritos con más miniaturas de la colección de este bibliófilo de la Baja Edad Media. El manuscrito se creó probablemente alrededor de 1410 en París y su artista por esta obra recibió el nombre de Maestro del Apocalipsis de Berry.

En el folio 86v hay una inscripción que señala al bibliófilo probablemente más conocido de la Edad Media, Jean Duque de Berry, como dueño del manuscrito: „Ce livre est au Duc de Berry Jehan“.

En el manuscrito se aprecia la fuerte influencia del grupo anglo-francés de ilustraciones del Apocalipsis del siglo XIII a XV aunque llama la atención por su estilo único. El texto está escrito en francés medio y las miniaturas colocadas a la izquierda del texto correspondiente se ven a menudo completadas por rúbricas en latín. Al texto bíblico le siguen extractos de los comentarios de Berengaudus sobre la Revelación secreta.