Máxima creatividad en el periodo gótico francés
Culmen del arte miniado gótico
Se trata del libro de horas más rico de la Edad Media y de la joya más suntuosa de la British Library de Londres. Esta obra maestra fue encargado por Juan sin Miedo a principios del siglo XV en un taller de Paris, entonces famoso por su arte excepcional: el taller del maestro de Bedford.
En 1423 El códice fue regalado por su hermano Felipe, quien lo había heredado de su padre, a Ana de Bretaña con motivo de su matrimonio con el Duque de Bedford. Un matrimonio que fue organizado por motivos políticos durante la Guerra de los Cien Años, pero que llegó a ser una relación de amor profundo. El manuscrito es la obra maestra del arte miniado gótico francés, cada página esta decorada con ornamentos finos, llenos de oro y detalles sensibles. Se trata de la iconografía bíblica más rica de la Edad Media.
Un artista incomparable pero desconocido
Este códice fue realizado enteramente por el Maestro de Bedford, considerado uno de los mejores artistas iluminadores de todos los tiempos. Él mismo pintó la mayoría de las miniaturas y dio instrucciones claras a sus ayudantes, que realizaron las demás. Pese a encontrarse entre los autores más destacados y prolíficos de su época, la identidad del artista siempre fue un misterio. Su apodo se remonta al que se cree que fue mecenas de la obra: John Lancaster, duque de Bedford y hermano menor del rey Enrique V de Inglaterra.
El Maestro de Bedford se vio influido por los hermanos Limbourg, entre otros artistas, pero eso no evitó que desarrollara un estilo particular al añadir incontables elementos nuevos a su obra. Además, se sabe que cooperó con otros talleres de su entorno en un intercambio artístico continuo.
La premonición de una revolución estilística
La extensión que presenta este manuscrito es más larga de lo habitual: 578 página, todas ellas ilustradas, que guardan en su interior hasta 1250 medallones y 38 miniaturas de gran formato decoradas con oro y en ocasiones con plata. Además, cuenta con tres iniciales historiadas y marcos compuestos por una infinidad de motivos vegetales y animales en color dorado. Con todos estos elementos, el Libro de horas de Bedford despliega su esplendor y se convierte así en uno de los manuscritos más hermosos de su tiempo. Mientras que el texto de la obra está en latín, en la parte inferior de las páginas aparecen explicaciones en francés acerca de las miniaturas.
El amor que el artista profesaba hacia la naturaleza y su gran sentido de la observación se hacen notar incluso hoy en día. Resultan fascinantes su sentido de la perspectiva y su habilidad para representar conjuntos arquitectónicos, así como escenas paisajísticas. Ambos parecen presagiar un tipo de arte que no se dio hasta mucho después, por lo que podemos decir que el Maestro de Bedford se adelantó a su tiempo. También destaca su inigualable talento para trazar figuras humanas, que son en sí mismas pequeñas obras de arte del retrato. Tanto sus rostros como sus vestimentas, que caen formando suaves pliegues, presentan una tridimensionalidad espectacular.
Profusa ornamentación para el libro más famoso del arte miniado gótico
El Libro de Horas de Bedford representa un invaluable ejemplo de la bibliofilia aristocrática en la historia de la iluminación. Uno de los más ricos Libros de Horas que jamás ha resultado de un taller de iluminadores, famoso en todo el mundo. Miniaturas del Libro de Horas de Bedford, como “El Arca de Noe”, “La Torre de Babel” o “La Creación” están entre los ejemplos mas representativos de la creatividad que marcó las primeras décadas del siglo XV. Fue el apogeo de la iluminación Gótica, con nuevas ideas del realismo Flamenco ya visibles en el horizonte.