Descripción
Entre el Evangeliario de Otón III y el Libro de Perícopas de Enrique II
Cristo, situado ante en el Árbol de la Vida con cuya madera, según una antigua tradición, se construyó su cruz, simbolizando el triunfo sobre la muerte, sostiene como rey del mundo el globo terráqueo en la mano derecha, mientras que su mano izquierda se aferra a una rama del Árbol de la Vida.