La Biblioteca Nacional de España (BNE) guarda entre sus tesoros un libro ilustrado de mediados del siglo XIX que todo bibliófilo debería conocer. Se trata de ‘Los españoles pintados por sí mismos’, una muestra perfecta del apogeo del costumbrismo decimonónico. El mayor valor que posee esta pieza, ahora digitalizada, son sus grabados hechos en planchas de madera, que muestran ricos detalles de escenas cotidianas.

Grabado inicial de Los españoles pintados por sí mismos, (BNE)

El género costumbrista resurgió con fuerza durante dicho siglo por su relación con los sentimientos nacionalistas imperantes en la época. La recopilación de xilografías que conforma este libro pretendía fotografiar a todas las capas de la sociedad española. Para ello, caricaturizó personajes tipo como ‘el torero’, ‘la criada’, ‘el choricero’ o ‘el hortera’ (mancebo que en aquella época hacía los recados). No podemos dejar de evidenciar el modelo que Goya sentó con sus Caprichos, de los que sin duda Los españoles pintados por sí mismos tienen influencias.

El esfuerzo de una gran compilación

El texto literario está introducido por un preámbulo que aclara las intenciones de los editores al sacar a la luz esta publicación. El encargado de la recopilación fue el célebre editor Ignacio Boix. Según cuenta, sentían la necesidad de realizar un compendio de personalidades españolas que conformara una imagen representativa de la población: casi un estudio etnográfico. La tarea debía llevarse a cabo por un grupo de escritores:

“De aquí, pues, la necesidad de una reunión de escritores que tomase a su cargo una empresa, imposible para uno solo; empresa de gran responsabilidad y de dificilísimo desempeño”, leemos en la introducción. Más adelante, en un arrebato de patriotismo se afirma que las influencias extranjeras sobre los españoles hizo muy difícil la elección de tipos; y se espera haber acertado y que al lector le satisfagan.

La pluma de Mesonero Romanos y otros nombres propios

Entre los escritores seleccionados para describir a los diferentes personajes españoles de la época, se encontraban por ejemplo Ramón de Mesonero Romanos, que escribía bajo el pseudónimo ‘El Curioso Parlante’. Éste escribió los textos para los tipos ‘El pretendiente’ y ‘La patrona de huéspedes’. Firmaba también con pseudónimo Serafín Estébanez Calderón, que se hacía llamar ‘El Solitario’. Otros de los autores del XIX que participaron fueron Bretón de los Herreros, Ferrer del Río, Pedro de Madrazo, Navarro Villoslada, Fermín Caballero, Salas y Quiroga o el duque de Rivas.

El alguacil (BNE)
El alguacil (BNE)

Gran profusión de ilustraciones

La introducción se sucede de 99 descripciones de tipos sociales, que representaban oficios, estereotipos, actitudes… tal es el caso de ‘La coqueta’, en cuya lámina inicial vemos a una mujer de clase noble ataviada con un lujoso traje y peinada con esmero. Como todos los demás artículos, esta xilografía ocupa una página entera y precede al texto en sí. En la siguiente hoja encontramos ya el inicio de la descripción, siempre encabezado por otro grabado más pequeño, rodeado con una cenefa de motivos vegetales.

Además, los textos comienzan con una inicial ornamentada, de estilo distinto en cada uno de ellos. Las ilustraciones en las que se insertan estas iniciales son originalísimas.

La coqueta (BNE)
La coqueta (BNE)
Texto de La coqueta (BNE)
Texto de La coqueta (BNE)

La habilidad de los grabadores de la época se hace patente en ‘Los españoles pintados por sí mismos’. La técnica xilográfica utilizada es extraordinaria y esta obra da cuenta del interés que volvió a despertar durante el siglo XIX este tipo de grabados.

Los encargados de realizar estas ilustraciones fueron Francisco Lameyer y Calixto Ortega, en colaboración con Leonard Atenza. Con su magnífico trabajo consiguieron ilustrar a los diferentes especímenes de la España de entonces, en unos dibujos tan detallados que parecían trazados a lápiz. Una obra de suma importancia, en definitiva, por su valor sociológico documental y por haber logrado concentrar a los mejores escritores de mediados del siglo XIX y a los más precisos artistas del grabado.

La monja (BNE)
La monja (BNE)
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